Mix Flamenquito

sábado, 17 de octubre de 2020

* Noche 52. NOCHE DELIRANTE DE UN 18 DE FEBRERO. (Liras de la 511 a la 520)

 * Noche 52. NOCHE DELIRANTE DE UN 18 DE FEBRERO. 
(Liras de la 511 a la 520)

Con la hermosura presta
de las viandas de amor esparcidas
la luz se manifiesta
en lazos de dos vidas
hostigadas que han de ser compartidas.

Alumbre en Guadalquivir
del bebé póstumo de La Barqueta
que a vivir, sobrevivir,
tiene una senda inquieta
orientándose en su propia veleta.

Ilusionada escuela
que abre los ojos de una mente nueva
con estigma y secuela
de aire que se renueva
y albur mújol que desova sus huevas.

Prado de La Marisma
donde ubica y desubica su vida
en el holgado prisma
del hogar sin huida
donde sólo en su propio amor se cuida.

Los ojos de la envidia
caen sobre su humilde vida a diario
y en crisoles de orquídia
su dolor es palmario
pese a que por fin salió del armario.

Rondan en las esquinas
bulos de historias falsas y aburridas
y, como tal pamplinas,
en su roto alma cuida
la espera de quien le regale vida.

En fomato de "acuario"
luce un horóscopo - de aire - distinto;
caen de su calendario
las hojas del instinto
con la impresa amistad del laberinto.

Ni el alba rotativo,...
- ni siquiera Luis Enrique, su otro amigo -,
serán el día vivo
del lacrimal del trigo
o la soledad que lleva consigo.

Alma desgañitada
del tiempo, que no es nada compasivo,
que hace deshabitada
la estancia de un ser vivo
que precisa del amor paliativo.

Así pudo haber sido
una vida de emociones coartadas
que ansía lo más querido
de almas apalabradas
para que ya sean por siempre amadas.




***

* Noche 52. NOCHE DELIRANTE DE UN 18 DE FEBRERO. 
(Liras de la 511 a la 520)

Con la hermosura presta de las viandas de amor esparcidas la luz se manifiesta en lazos de dos vidas hostigadas que han de ser compartidas.
Alumbre en Guadalquivir del bebé póstumo de La Barqueta que a vivir, sobrevivir, tiene una senda inquieta orientándose en su propia veleta.
Ilusionada escuela que abre los ojos de una mente nueva con estigma y secuela de aire que se renueva y albur mújol que desova sus huevas.
Prado de La Marisma donde ubica y desubica su vida en el holgado prisma del hogar sin huida donde sólo en su propio amor se cuida.
Los ojos de la envidia caen sobre su humilde vida a diario y en crisoles de orquídia su dolor es palmario pese a que por fin salió del armario.
Rondan en las esquinas bulos de historias falsas y aburridas y, como tal pamplinas, en su roto alma cuida la espera de quien le regale vida.
En fomato de "acuario" luce un horóscopo - de aire - distinto; caen de su calendario las hojas del instinto con la impresa amistad del laberinto.
Ni el alba rotativo,...  - ni siquiera Luis Enrique, su otro amigo -, serán el día vivo del lacrimal del trigo o la soledad que lleva consigo.
Alma desgañitada del tiempo, que no es nada compasivo, que hace deshabitada la estancia de un ser vivo que precisa del amor paliativo.
Así pudo haber sido una vida de emociones coartadas que ansía lo más querido de almas apalabradas para que ya sean por siempre amadas.

José Mateo Angulo García


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