Mix Flamenquito

martes, 24 de noviembre de 2020

* Noche 100. ÚLTIMA NOCHE DELIRANTE. (Liras de la 991 a la 1000)

 * Noche 100. ÚLTIMA NOCHE DELIRANTE. 
(Liras de la 991 a la 1000)

Sumergido en mil liras,
descompuesto en versos itinerantes,...
otros puntos de miras
me miran incesantes
en éstas,... mis cien noches delirantes.

Luz de flash catatónica
que se refleja en el cristal del río,
en la tórrida y agónica
corriente de agua y estío
o en la sempiterna flor de amorío.

Otra vez otro impacto
de ver caer al cielo sobre el suelo
y el beso sella el pacto
del agua sin deshielo
resbalando en gotas sobre tu pelo.

Me hago el auto-regalo
de gozar libertad en cada nexo,
sin ser reprimido halo
o experimentando eso
de hallar placer en el placer anexo;
y así me vierto y exhalo
a tu libido y a tu sexo convexo
de alba rojo que talo
del madrigal ileso
donde nos comíamos beso a beso.

Las noches dispersadas
en la acústica feroz de las horas,
las calles desoladas,
soledad de las auroras,
las vidas de las que uno se enamora.

Las aguas de riberas,
canciones, almas de los soñadores,
ríos, mares, quimeras,
pájaros voladores
y liras, de noches, en sus albores.

El respirar del arte,
el aclimatarse a la luna llena,
el poder respirarte
en Sevilla - o en Viena -
u otra parte con el alma serena.

Descansa, cielo abierto,
impregna de sol a todas mis flores,
exhálate en mi huerto
y aspira mis olores
que son las fragancias de mis amores. 

 Por entre mis mil liras,
sirenas y tritones son conjuros
de otros puntos de miras
donde duermen, seguro,
las almas libres que rompen sus muros.



***

* Noche 100. ÚLTIMA NOCHE DELIRANTE. 
(Liras de la 991 a la 1000)

Sumergido en mil liras, descompuesto en versos itinerantes,... otros puntos de miras me miran incesantes en éstas,... mis cien noches delirantes.

Luz de flash catatónica que se refleja en el cristal del río, en la tórrida y agónica corriente de agua y estío o en la sempiterna flor de amorío.

Otra vez otro impacto de ver caer al cielo sobre el suelo y el beso sella el pacto del agua sin deshielo resbalando en gotas sobre tu pelo.

Me hago el auto-regalo de gozar libertad en cada nexo, sin ser reprimido halo o experimentando eso de hallar placer en el placer anexo; y así me vierto y exhalo a tu libido y a tu sexo convexo de alba rojo que talo del madrigal ileso donde nos comíamos beso a beso.

Las noches dispersadas en la acústica feroz de las horas, las calles desoladas, soledad de las auroras, las vidas de las que uno se enamora.

Las aguas de riberas, canciones, almas de los soñadores, ríos, mares, quimeras, pájaros voladores y liras, de noches, en sus albores.

El respirar del arte, el aclimatarse a la luna llena, el poder respirarte en Sevilla - o en Viena - u otra parte con el alma serena.

Descansa, cielo abierto, impregna de sol a todas mis flores, exhálate en mi huerto y aspira mis olores que son las fragancias de mis amores. 

 Por entre mis mil liras, sirenas y tritones son conjuros de otros puntos de miras donde duermen, seguro, las almas libres que rompen sus muros.

José Mateo Angulo García.

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