* Noche Trece. DIEZ LIRAS ANTIFAS. ¡NO PASARÉIS!.
(Liras de la 121 a la 130)
Gritos tan silenciados
de vino agrio en los barriles dormidos
y vestigios ladeados
en enquistados nidos
de inquietos delfines que andan perdidos.
Alborada afligida
sin punto de apoyo en días vividos
e insignia distraída
de crueles malnacidos
- en moribundas corrientes -,... y heridos.
Más silencios de idiomas
en presos diccionarios afligidos
o en corazas de axiomas;
y de almas perseguidos
arrancados - de cuajo - en red de olvidos.
Corazón bajel obvio
en farolas de días encendidos
de un fascismo que es novio
del llanto y los ruídos
inmundos que, a sus pies, caen destruídos.
Carta de odio, - no escrita -,
de hambre y sed. Derechos Humanos idos
a la mierda prescrita
en viles sinsentidos
de una paloma y un ruiseñor vencidos.
La de la paz, paloma,
cae presa en enredaderas. ¡Quejidos!.
Y el ruiseñor se aploma
al roquedal henchido.
¡Algunos nazis han sobrevivido!.
Ronda por las aristas
la inmensa retahíla de leídos
- xenófobos, racistas -
eslóganes paridos
de dolor, sangre e ideas de retorcidos.
Fantasma falseado
que es despertador de odio asistido
en semen heredado
de cerebros partidos
de homofobia y de aporofobia roïdos.
Torres de jardineras
y telegramas con eco se han ido
a playas plañideras
o a cuerpos desvestidos
que en las acequias aún están vertidos.
Ojos de luz - valientes -
y pájaros de jabón han venido
con miradas crecientes.
¡No pasaréis!. ¡Idos!.
¡Nuestra estrella de amor os han vencido!.
***
* Noche Trece. DIEZ LIRAS ANTIFAS. ¡NO PASARÉIS!.
(Liras de la 121 a la 130)
Gritos tan silenciados de vino agrio en los barriles dormidos y vestigios ladeados en enquistados nidos de inquietos delfines que andan perdidos.
Alborada afligida sin punto de apoyo en días vividos e insignia distraída de crueles malnacidos - en moribundas corrientes -,... y heridos.
Más silencios de idiomas en presos diccionarios afligidos o en corazas de axiomas; y de almas perseguidos arrancados - de cuajo - en red de olvidos.
Corazón bajel obvio en farolas de días encendidos de un fascismo que es novio del llanto y los ruídos inmundos que, a sus pies, caen destruídos.
Carta de odio, - no escrita -, de hambre y sed. Derechos Humanos idos a la mierda prescrita en viles sinsentidos de una paloma y un ruiseñor vencidos.
La de la paz, paloma, cae presa en enredaderas. ¡Quejidos!. Y el ruiseñor se aploma al roquedal henchido.
¡Algunos nazis han sobrevivido!.
Ronda por las aristas la inmensa retahíla de leídos - xenófobos, racistas - eslóganes paridos de dolor, sangre e ideas de retorcidos.
Fantasma falseado que es despertador de odio asistido en semen heredado de cerebros partidos de homofobia y de aporofobia roïdos.
Torres de jardineras y telegramas con eco se han ido a playas plañideras o a cuerpos desvestidos que en las acequias aún están vertidos.
Ojos de luz - valientes - y pájaros de jabón han venido con miradas crecientes.
¡No pasaréis!. ¡Idos!.
¡Nuestra estrella de amor os han vencido!.
José Mateo Angulo García
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