Mix Flamenquito

lunes, 16 de noviembre de 2020

* Noche 90. MI ESCUETA PLUMA ESQUIVA. (Liras de la 891 a la 900)

 * Noche 90. MI ESCUETA PLUMA ESQUIVA. 
(Liras de la 891 a la 900)

Mi escueta pluma esquiva
socava en el volcán de madreselva
y es la materia viva
que vive en cada selva
de la tierra que nos brega y nos relva.

Palomas del tejado
que aleteáis como tolvanera
en sol anticipado
de altiva primavera
bajo el cielo azul de cualquier quimera.

Arma, en su retroceso,
que no disparas contra tu propia escuela,
que educas con un beso
para evitar secuelas
en la paz de la infancia cuando vuela.

Madres (o padres) que, al reñir, gritan
y que en unos minutos se sosiegan,
que aunque a veces se irritan,
al instante, te anegan
de ese amor incondicional que albergan.

En cambio, tú, que no hablas,
eres quien más dolor quizás me infiera
porque callas y pablas
en la voz plañidera
del estenuado tiempo que aún te espera.

Yo no sufro esperándote
y es el tiempo el único que te espera.
Una vida abrazándote...
...yo pensé que así fuera.
¡Pero no!. ¡Eres igual que cualquiera
y no tienes ninguna
intención de volverme a ver siquiera!.
¡Yo no pido tu luna
si no es la verdadera!.
¡Sólo pido amor de alguien que me quiera!.

Llegados a esta lira,
espumo el caldo, - con la espumadera -,
de impurezas, de tu ira,
de llanto, de llantera, ...
... de todo cuanto al puchero adulteras.

Desamor pago a plazos
en la calle de la usura trasera
que te da el esquinazo
de amor que me envolviera
en tu mandíbula feroz de fiera.

No hay verdad conocida
como el día que yo te conociera
ni hay boca bendecida
como ésta que bebiera
tu boca en "Disco-Queen" la vez primera.


 ***

* Noche 90. MI ESCUETA PLUMA ESQUIVA. 
(Liras de la 891 a la 900)

Mi escueta pluma esquiva socava en el volcán de madreselva y es la materia viva que vive en cada selva de la tierra que nos brega y nos relva.
Palomas del tejado que aleteáis como tolvanera en sol anticipado de altiva primavera bajo el cielo azul de cualquier quimera.
Arma, en su retroceso, que no disparas contra tu propia escuela, que educas con un beso para evitar secuelas en la paz de la infancia cuando vuela.
Madres (o padres) que, al reñir, gritan y que en unos minutos se sosiegan, que aunque a veces se irritan, al instante, te anegan de ese amor incondicional que albergan.
En cambio, tú, que no hablas, eres quien más dolor quizás me infiera porque callas y pablas en la voz plañidera del estenuado tiempo que aún te espera.
Yo no sufro esperándote y es el tiempo el único que te espera. Una vida abrazándote... ...yo pensé que así fuera. ¡Pero no!. ¡Eres igual que cualquiera y no tienes ninguna intención de volverme a ver siquiera!. ¡Yo no pido tu luna si no es la verdadera!. ¡Sólo pido amor de alguien que me quiera!.
Llegados a esta lira, espumo el caldo, - con la espumadera -, de impurezas, de tu ira, de llanto, de llantera, ... , ... de todo cuanto al puchero adulteras.
Desamor pago a plazos en la calle de la usura trasera que te da el esquinazo de amor que me envolviera en tu mandíbula feroz de fiera.
No hay verdad conocida como el día que yo te conociera ni hay boca bendecida como ésta que bebiera tu boca en "Disco-Queen" la vez primera.

José Mateo Angulo García


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