* Noche 91. DIEZ LIRAS DE PURA OSADÍA.
(Liras de la 901 a las 910)
(Liras de la 901 a las 910)
Explícita cultura
que nace y regenera a la osadía
de la frágil dulzura
que alberga la alegría
de noches que duermen tras cada día.
que nace y regenera a la osadía
de la frágil dulzura
que alberga la alegría
de noches que duermen tras cada día.
Alma del uranismo
que descansa con total confianza
y me hace ser yo mismo
en noches de bonanza
donde el amor con amor se alcanza.
que descansa con total confianza
y me hace ser yo mismo
en noches de bonanza
donde el amor con amor se alcanza.
Hebra ilustrada de oro
que va tejiendo personalidades
con la voz y el decoro
del alma sin edades
que ama con el primor de otras verdades.
Muestrario de alegrías
que repele al tan infesto denuesto
de las vivencias mías
y lleva el alma puesto
por montera en la flor donde me acuesto.
Prudencia inexpugnable,
serena, arbirtraria, inconfundible,
trasteada, inestable... .
Soplo ineludible
de viento enroscado que es (el) más sensible.
Photoshop de la foto
que fue la única foto de nosotros
y que el mal nos la ha roto
como espantada en potros
por el deseo expreso de ésos otros.
Nieves de osos polares
que confunden piel blanca y hielos blancos
en blancuras solares
o en los filtros lunancos
de yertos compartimentos estancos.
Ahora sufro sin llanto
la pesadumbre de dolor ajeno
y haber querido tanto
nos separa en paja y heno
dejando un vacío en lo que era lleno.
Anillos coronados
rompen eslabones en la cadena
que deja desatados
los cúmulos de arena
que se vierten sobre la negra pena.
Y así, con mi osadía,
en la parafernalia del desierto,
te busco noche y día
en el brocal, sin puerto,
del pozo donde el amor yace muerto.
***
* Noche 91. DIEZ LIRAS DE PURA OSADÍA.
(Liras de la 901 a las 910)
(Liras de la 901 a las 910)
Explícita cultura que nace y regenera a la osadía de la frágil dulzura que alberga la alegría de noches que duermen tras cada día.
Alma del uranismo que descansa con total confianza y me hace ser yo mismo en noches de bonanza donde el amor con amor se alcanza.
Hebra ilustrada de oro que va tejiendo personalidades con la voz y el decoro del alma sin edades que ama con el primor de otras verdades.
Muestrario de alegrías que repele al tan infesto denuesto de las vivencias mías y lleva el alma puesto por montera en la flor donde me acuesto.
Prudencia inexpugnable, serena, arbirtraria, inconfundible, trasteada, inestable... . Soplo ineludible de viento enroscado que es (el) más sensible.
Photoshop de la foto que fue la única foto de nosotros y que el mal nos la ha roto como espantada en potros por el deseo expreso de ésos otros.
Nieves de osos polares que confunden piel blanca y hielos blancos en blancuras solares o en los filtros lunancos de yertos compartimentos estancos.
Ahora sufro sin llanto la pesadumbre de dolor ajeno y haber querido tanto nos separa en paja y heno dejando un vacío en lo que era lleno.
Anillos coronados rompen eslabones en la cadena que deja desatados los cúmulos de arena que se vierten sobre la negra pena.
Y así, con mi osadía, en la parafernalia del desierto, te busco noche y día en el brocal, sin puerto, del pozo donde el amor yace muerto.
José Mateo Angulo García
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